El cocinero del Grupo Nove Iván Dominguez , decide iniciar una nueva etapa profesional con la apertura de NADO, su primer proyecto personal. El nombre representa una declaración de intenciones, poniendo de manifiesto el deseo de proponer un concepto espacial y gastronómico desnudo, sencillo y honesto… de la misma forma que llegamos a este mundo.
Situado en el Callejón da Estacada, a escasos metros del antiguo puerto, el local posee un estrecho vínculo histórico con el mar y con la actividad pesquera. En tiempos anteriores al relleno que hoy conforma la plataforma del muelle, el agua llegaba hasta muy cerca de la linea de edificaciones por lo que resulta fácil pensar que anteriormente fuera vivienda de marineros.
El local, de proporciones alargadas, está dividido en dos partes muy marcadas. Al contrario de lo que se puede esperar, el recibimiento y acceso al comedor se hace literalmente por la cocina, donde el personal de la misma nos da la bienvenida. Este espacio está equipado con dos lineas de trabajo totalmente abiertas, donde todas las acciones relacionadas con la cocina, presentación y lavado, se van sucediendo con total naturalidad y transparencia.
El comedor se compone de dos grandes mesas corridas de madera que dan continuidad a las líneas de cocina. La superficie de la mesa está fragmentada, pudiendo dimensionarse a la medida de cada grupo. Además, el sistema incluye unas superficies auxiliares que sirven de base para una familia de contenedores que van dando respuesta en cada momento a todas las necesidades propias de un servicio.
En el ámbito constructivo y expresivo ciertos recursos nacen de soluciones aplicadas en carpintería de ribera, así como la paleta de colores que recoge el cromatismo característico de embarcaciones y viviendas de las villas marineras.