La Fundación María Martínez Otero escogió como tema para la tercera edición de su concurso el mobiliario infantil.
Nuestra propuesta se estructuró alrededor de dos ejes de trabajo que debían acabar confluyendo en un único resultado. Uno que venía dado por la componente mueble, más vinculada a la función de uso -o a lo que para los adultos representa la razón-, y otro igual de necesario que representa la función lúdica -emoción-, dirigida a crear un vínculo emocional entre pieza y usuario.
Froito deste plantexamento xurde Moolo, un obxecto a cabalo entre distintas tipoloxías de mobiliario (é un carriño, pero tamén un asento, e unha mesa, e un contedor), un obxecto cun vocabulario de formas primarias e de fácil comprensión, un obxecto flexible e manexable que estimula a capacidade imaxinativa dos cativos. Un obxecto -en definitiva- cunha concepción aberta, desprexuizada, como a mirada dos nenos.
Fruto de este planteamiento surge Moolo, un objeto a caballo entre distintas tipologías de mobiliario (es un carrito, pero también un asiento, y una mesa, y un contenedor), un objeto con un vocabulario de formas primarias y de fácil comprensión, un objeto flexible y manejable que estimula la capacidad imaginativa de los niños. Un objeto -en definitiva. con una conceptción abierta, desprejuiciada, como la mirada de los niños.