La industria del curtido de pieles y la fabricación de productos derivados fueron en tiempos una de las principales actividades socioeconómicas de la Villa de Noia, llegando a contar con mas de treinta fábricas de curtidos y con un importante gremio de zapateros y albarderos.
Situada en el barrio de la Chainza, la antigua Fábrica de Curtidos de la familia Cadarso es un testigo en pie de aquella época dorada que hoy permanece olvidada. La intervención sobre el complejo persigue recuperar las antiguas edificaciones tanto de vivienda como de actividades industriales, así como los espacios exteriores, para un fin museístico y cultural.
El símbolo gráfico que representa el complejo recupera una antigua ilustración de las instalaciones, que a través de un proceso de síntesis en la representación busca establecer un diálogo entre dos épocas. La orientación ascendente de la construcción tipográfica, así como las ligaduras entre caracteres, intentan recuperar la referencia de la firma manuscrita como origen de la marca comercial.