La Capela de Ánimas de Santiago de Compostela guarda en su interior una de las piezas más singulares del patrimonio histórico-artístico gallego. Se trata de un conjunto de retablos realizados con la técnica de estuco de yeso a principios del S. XIX, que representan la pasion de Cristo. Con el paso del tiempo estos retablos se fueron degradando -el estuco es un material altamente hidrófilo-, por lo que desde el Consorcio de Santiago decidieron afrontar su restauración. Para no entorpecer el día a día de la Capela se decidió cubrir los andamios sobre los que se restauran los retablos.
Para estas lonas trabajamos con la idea de cubrir lo que está representado detrás de ellas, para lo que fotografiamos pequeños crucifijos y relieves con una tela tensada sobre ellos. Se definieron en total tres lonas: la más grande con la escena de la crucifixión para el altar mayor, y dos más pequeñas con otras dos escenas de la pasión.